De nuevo agujetas. Espero que mis piernas de acostumbren
pronto. Para darles un pequeño respiro, hoy he optado por seguir los caminos en
lugar de atajar por las jaras, como está siendo mi costumbre. Pero la cosa no
ha durado mucho, ya que en el viaje de vuelta me he dedicado a trepar tantas
rocas como me ha sido posible.
Hoy, en comparación con los dos anteriores, ha sido
considerablemente menos intenso, aunque no por ello menos revelador. Las
bondades de meditar cerca de un rio, intuyo que no serán desconocidas para la
mayoría de las personas. Es curioso como algo tan simple como el agua fluyendo
puede crearnos tantas sensaciones, como si algo, una parte más primigenia de
nosotros mismo despertara. Las religiones ancestrales relacionaban el agua con
los sentimientos, y desde luego para mí, no parece una atribución arbitraria.
Después de comer el día se ha puesto un tanto feo, de modo
que he optado por quedarme en el móvil y dibujar un poco. Los escasos 10
minutos diarios de internet que el camping me deja utilizar se han mostrado
bastante convenientes, ya que me dan el tiempo justo para actualizar el diario
y decir a mi familia y amigos que todo va bien y evitan que me distraiga
curioseando por la red.
Me siento un poco tonto escribiendo estas líneas a diario,
pero dado que me ayudan reflexionar, creo que seguiré escribiéndolas.
0 comentarios:
Publicar un comentario