viernes, 24 de enero de 2014

Día doce

Último día aquí. Al final he adelantado mi regreso bastante más de lo previsto, pero es que la cosa ha evolucionado más rápido de lo que pensaba, y además estoy un poco harto de la incomodidad y la falta de espacio. Volveré a repetir, pero cuando haga mejor tiempo; tener que estar todo el día con el radiador puesto y secarse con toallas húmedas, no mola.

Hoy no hay fotos, ni nada que contar. Me he dedicado, como es lógico, a recoger y limpiar y eso poco interés tiene. Siento que este diario se me ha quedado escaso, como una especia de intento pretencioso. En fin, yo había imaginado esto de otra manera, y pensaba que estaba peor de lo que realmente estaba. Tampoco pensaba que la falta de espacio me iba a sacar tanto de quicio, especialmente esa jodida cocina de pin y pon.


En cualquier caso, me voy contento, y como ya he dicho, con ganas de repetir más adelante. Recomiendo hacer esto a todo el mundo. Una pequeña desconexión, acompañada de largas marchas por la montaña, ayuda a ordenar los pensamientos y a reencontrarse con uno mismo.

0 comentarios:

Publicar un comentario